El intendente dijo que siempre "empujará" las obras que mejoren la calidad de vida de los marplatenses, como la del camino San Francisco y la circunvalación. Pero dejó en claro que no alcanza para cubrir las necesidades de Mar del Plata.
El intendente Guillermo Montenegro aseguró este jueves que mantiene un “diálogo permanente” con la Nación y la Provincia y celebró el impulso a obras como la repavimentación del camino San Francisco y la circunvalación, pero dejó en claro que no alcanza para cubrir las necesidades de Mar del Plata y Batán.
“Para cualquier cuestión que mejore la calidad de vida de los marplatenses me van a encontrar empujando con el gobierno nacional, con el gobierno provincial, o incluso buscando financiación de créditos internacionales”, comentó el jefe comunal en declaraciones LU6 Radio Atlántica.
“Tengo una obligación y una responsabilidad que tiene que ver con mejorar la calidad de vida de mis vecinos, y obviamente que me van a encontrar ayudando”, agregó. Pero enseguida aclaró que también se va a oponer a lo que entienda que “pueda llegar a afectar” a la ciudad.
“El diálogo es permanente. Me gustaría que sea mucho más. No el diálogo, sino lo concreto, que tiene que ver con las obras, con facilitar los trámites, con ver cuestiones y necesidades de infraestructura de toda la ciudad que mejoren la generación de empleo marplatense”, señaló el intendente.
Montenegro se refirió a la foto con la directora ejecutiva de la Anses, Fernanda Raverta, y el director nacional de Vialidad, Gustavo Arrieta, con la que se anunció la firma del convenio para la realización de la obra de repavimentación del camino San Francisco, entre ruta nacional 226 y ruta provincial 88.
“Tenía que ver básicamente con una firma de un convenio con Vialidad Nacional, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad que tenemos nosotros para la modificación de lo que son caminos rurales”, indicó, y recordó la importancia de que eso tiene para el cordón frutihortícola, la producción y el empleo.
De todos modos, aludió a todo lo que falta en esa materia al señalar que en Mar del Plata y Batán deberían repavimentarse “2100 kilómetros”. Y observó que “obviamente” el camino San Francisco “es importante”, pero “también hay que poner en dimensión cuáles son las necesidades que tenemos y seguir trabajándolas, como las venimos trabajando, para lograr una mejor infraestructura en nuestra ciudad”.
Montenegro reveló que la Provincia ya está “trabajando” con el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado (Emvial) sobre la traza de la circunvalación. “Se está hablando con la gente del Ministerio de Obras de la Provincia”, apuntó.
Consideró que es “muy importante” que este tipo de obras se realicen, por lo que significan “no solo para el ordenamiento del tránsito” sino por “lo que genera para la producción”. “Esto me parece que es clave porque es estamos planteando la necesidad de salir de un lugar de estancamiento que tenemos. Se sale con obras concretas que signifiquen mejor capacidad de respuesta de laburo”, acotó.
Montenegro volvió a aludir con tono crítico a la exploración petrolera offshore. A la consulta pública que resultó favorable para el Gobierno nacional la definió como “una encuesta online de 1000 casos”. “No es consulta popular”, dijo, y recordó que el distrito tiene “cerca de un millón de habitantes”.
“Sigue faltando información. Ahora es como que se está acercando y es importante, pero se tendría que haber hecho antes”, indicó, y de inmediato comentó: “Soy intendente durante cuatro años y ya van dos años y medio. Esto me parece que puede llegar a generar un conflicto a nuestra ciudad que sea permanente, y eso es lo que no puedo permitir, salvo teniendo la absoluta tranquilidad y certeza de que eso no va a ocurrir”.
Antes del tratamiento de la rendición de cuentas en el Concejo Deliberante, el intendente destacó las medidas de “austeridad” que tomó, como la reducción del sueldo para él y sus funcionarios y el recorte de viáticos.
En ese marco, sostuvo que los números del municipio “están bien” y quiere que “estén siempre mejor”. Pero aclaró: “No para tener más plata en el banco, sino para poder hacer más cosas para los vecinos”.
Además, Montenegro insistió con la necesidad de reformar el Código Penal para evitar usurpaciones. Recordó que el vigente data de 1921 y explicó que en ese momento “no se entendía que podía existir la posibilidad de que usurpe un campo o un terreno, sino un lugar habitado o en condiciones de ser habitado”, como una vivienda.
Puntualizó que la modificación que plantea a través de un proyecto del presidente del bloque de diputados nacionales del PRO, Cristian Ritondo, busca que no sea necesario el uso de violencia para determinar que una usurpación es delito. “El hecho de saber que uno no es propietario de un lugar y se mete a vivir es lo que define la condición del delito”, afirmó.